Historia RE0
 

 

23 de julio de 1998
Bosque de Raccoon, 20:17


El Ecliptic Express atraviesa a gran velocidad el espesor de la noche. Dentro del tren, entre los pasajeros viaja un grupo de investigadores destinados a reabrir el viejo Centro de Formación de Umbrella. Todo parece ir normal, unos charlan entre sí, otros descansan y los más ociosos se entretienen revisando sus notas. Sin embargo, un extraño ruido hace que varios se levanten y exploren el origen del mismo al otro lado de los cristales. De repente las ventanas se ven inundadas por unas criaturas parecidas a sanguijuelas, pero de mayor tamaño, que las destrozan y se esparcen por los vagones arrasando con todo a su paso. El tren está condenado y, mientras vaga sin control hacia un destino incierto, una misteriosa figura observa impasible desde lo alto de una colina a la vez que levanta los brazos en plan solemne…


      



2 horas más tarde
Sobre el Bosque de Raccoon City


“Todo comenzó como una simple investigación sobre extraños asesinatos en las afueras de Raccoon City. Nada nos podría haber preparado para la pesadilla que se nos venía encima… estábamos condenados al fracaso…”

El helicóptero del equipo Bravo de STARS sobrevuela el bosque. Su misión es investigar los sucesos que preocupan a los habitantes de Raccoon desde hace días y cuyo origen parece estar localizado en esta zona. Sin embargo, un motor se avería y se ven obligados a realizar un aterrizaje de emergencia. El capitán del grupo, Enrico Marini, les ordena investigar el área para tener un punto de vista más claro sobre la situación en la cual se encuentran. Rebecca Chambers, la joven médico del equipo, descubre un vehículo de la Policía Militar volcado, con dos cadáveres aparentemente asesinados.


      


Todos los indicios apuntan a que es obra de Billy Coen, un ex-teniente condenado a muerte al cual escoltaban para cumplir su sentencia y que parece haber huido del lugar de los hechos. Sin dudarlo, Enrico manda investigar la zona y encontrar al convicto.
Rebecca se separa y siguiendo sus instintos llega a un tren que está parado y aparentemente abandonado. Sin dudarlo, y con paso firme, se adentra en uno de los vagones atravesando una puerta sobre la cual no se fija que hay un letrero donde pone escrito… Ecliptic Express...


      

 

 
EL TREN


Nada más entrar observa que no hay nadie, todo está extrañamente en silencio. Tras pasar al siguiente vagón escucha un ruido como de interferencias.

“Soy la oficial Chambers de la unidad S.T.A.R.S., equipo Bravo. Identifíquese… ¿Hay alguien ahí?”

Al llegar al foco del sonido descubre que es una radio mal sintonizada junto al cadáver de un pasajero en alto estado de descomposición. Horrorizada recoge la radio, pero al reincorporarse ve que el muerto parece haber recobrado la vida y avanza hacia ella con intenciones poco amistosas. Rebecca intenta huir volviendo al primer vagón, pero otros dos zombies le bloquean el camino. No lo queda más remedio que desenfundar su beretta especial y abrir fuego contra ellos. Sorprendentemente necesita vaciar casi todo el cargador de la pistola para derribarlos. No se explica qué puede haber ocurrido en ese tren para ocasionar tal pesadilla…


      


Continua avanzando hasta un lugar donde un cadaver sostiene una llave. Cuando se acerca a recogerla se da cuenta que alguien la vigila. Billy Coen está detrás de ella. El supuesto asesino la apunta desconfiadamente con su pistola, pero al ver su corta edad y que es de STARS la deja y se va sin prestarle atención. Rebecca queda perpleja ante esta actitud y la aprovecha para hacerse la fuerte e intentar detenerle, aunque cuando se dispone a seguirle, las ventanas se rompen a su paso y aparece su compañero Edward con graves heridas por todo su cuerpo.

"Es peor de lo que... No podemos... Ten cuidado Rebecca... El bosque está lleno de zombies... y monstruos..."

Diciendo esto muere y de inmediato cruzan las ventanas dos perros rabiosos con la carne rasgada y putrefacta que, sin pensarlo dos veces, se avalanzan contra ella. Otra vez Rebecca reacciona rápido y los abate con varios disparos de su pistola.


      


Volviendo sobre sus pasos y sin recobrar aun el aliento recibe una llamada de Enrico por walkie. Al parecer Billy Coen está acusado de haber asesinado a 23 personas. Hay que tener extremo cuidado con él.

No tiene tiempo ni de pensar en este estremecedor mensaje cuando se encuentra de nuevo con el convicto. Ahora parece menos distante que antes y le ofrece colaborar entre los dos para afrontar mejor los peligros que se esconden en el tren. Sin embargo, Rebecca desconfía ahora más que nunca y rechaza la oferta, encaminándose sola hasta la planta superior del tren, mientras Billy se queda esperando con los brazos cruzados a que descubra por sí misma por qué es necesaria la colaboración.


      


Es un vagón comedor, al final de la sala parece que hay un superviviente. Un hombre de avanzada edad está sentado en una mesa inmóvil con la vista perdida. Rebecca se acerca y al tocarle se le desprende la cabeza de los hombros. Horrorizada observa cómo el resto su cuerpo se divide en dos partes y de su interior empiezan a surgir decenas de enormes sanguijuelas que se agrupan para crear una monstruosa figura con rasgos humanos. De nuevo, la única solución que tiene es disparar y correr, pero las sanguijuelas procedentes de esta criatura se vuelven a separar y la atacan con más fiereza, subiéndole por el cuerpo. En ese momento aparece Billy que con gran destreza hace que se alejen y escapen fuera del tren. Mirando por las ventanas se puede ver otra vez a la extraña figura vestida con túnica que, bajo la lluvia y con una especie de cántico, parece atraer a todas las sanguijuelas hacia él. Entonces, sin saber cómo, el tren se pone en movimiento. Ahora la única forma de escapar es parandolo, y ya si es necesario que ambos colaboren, por lo que esta vez Rebecca acepta, aunque a regañadientes.


      

      


Para pararlo deben acceder a la locomotora, pero el paso está cerrado por una puerta que requiere una tarjeta magnética. Entre los dos se organizan y tras reestablecer la corriente en todas las áreas del tren, enfrentarse a varios zombies y cerberus e incluso derrotar a un escorpión gigante, logran hallar dicha tarjeta dentro de un maletín bloqueado por dos medallones que previamente habían sido escondidos en distintas estancias.

Al colocar la tarjeta en el lector de la puerta se dan cuenta que no están solos…

“Aquí Equipo Delta. Nos hemos hecho con el control del tren. Corto”

En el vagón de paso hasta la locomotora se encuentran dos personas vestidas de comando que informan a sus superiores por radio sobre el estado del tren. Posiblemente fueran ellos los que pusieran en marcha la máquina. Lejos de allí, en una sala de control, dos figuras les contestan. Ambos son rubios, uno lleva una bata blanca, el otro un uniforme de S.T.A.R.S. y unas gafas de sol. Se preguntan cómo es posible que se filtrara el T-Virus, contaminara un laboratorio y una mansión situada a 3 millas. Ninguna de estas cuestiones parece tener respuesta, así que como medida preventiva deciden destruir el tren al pasar el próximo cambio de vías. Sin embargo, las sanguijuelas surgen de nuevo y arremeten contra ellos matándolos al momento. Se corta la comunicación…


      


Rebecca y Billy aprovechan lo sucedido y cruzan corriendo hasta la locomotora para observar que el tren está totalmente fuera de control. La única forma de pararlo es activar el mecanismo de frenado manualmente. Para ello hay que usar otra tarjeta magnética e introducir un código numérico en dos paneles de control que están situados en la locomotora y el vagón trasero.
Muy ajustados de tiempo logran activar el freno, pero el tren va a mucha velocidad, descarrila y acaba chocando contra un edificio. Entre las llamas Billy se reincorpora y busca a Rebecca. Por suerte, ella también consiguió saltar a tiempo.


      


Aun mareados por el choque y totalmente desorientados consiguen escapar del lugar del incidente por unas alcantarillas subterráneas.

 

 
EL CENTRO DE FORMACIÓN


Al final del túnel hay una trampilla. Billy la abre con cuidado y pasan a un gran salón con el escudo de Umbrella en el suelo. Rebecca se fija en el cuadro que hay al subir las escaleras. Es el mismo rostro del anciano de las sanguijuelas que había visto en el tren antes. Billy le informa que se trata de James Marcus, el máximo responsable de las instalaciones. Mientras tanto, y sin que se den cuenta, están siendo vigilados a través de cámaras por los dos personajes rubios de antes, que se revelan como William Birkin y Albert Wesker, científico de Umbrella y capitán del equipo alpha de STARS respectivamente. Wesker reconoce a Rebecca, pero no a Billy.
Entonces se escucha una grabación que retumba por las paredes de la sala:

"Atención, Les habla el Dr. Marcus. por favor tengamos unos minutos de silencio para reflexionar sobre el lema de nuestra compañía. La Obediencia trae Disciplina, la Disciplina trae Unidad, la Unidad trae Poder, el poder es Vida..."

En ese instante ocurre una interferencia y en los monitores por donde observan aparece la extraña figura de cabello largo y túnica, confesando ser el responsable de la contaminación de la mansión y el tren por el T-Virus. Todo ello como venganza por el asesinato hace diez años del Doctor Marcus, del cual acusa a Birkin y a Wesker...


      

      


Rebecca y Billy, que se mantienen ajenos a estos últimos hechos, tienen como único objetivo salir de ese lugar, de modo que sin más dilación se ponen en marcha. Investigando por las distintas estancias descubren que una posible via de escape puede estar relacionada con una estatua en forma de balanza que está situada en la primera planta. Sin demasiada dificultad, salvo por la intromisión de un enorme ciempies, encuentran dos estatuillas aladas que encajan perfectamente en ambos platos de la balanza y hacen que se equilibre. Entonces, se abre el cuadro de Marcus dejando visible la entrada a una oscura y lúgubre zona.

No tardan en averiguar que se trata de una terrible sala de torturas. En la habitaciòn del final, Rebecca logra introducirse por un conducto de ventilación y llega a otra lugar desde donde puede activar un generador que de paso a nuevas zonas del centro que antes permanecían cortadas.

En ese instante, el hombre misterioso realiza otra jugada liberando a un nuevo tipo de BOW con forma de mono, el Eliminator. Uno de estas criaturas ataca a Rebecca y, sin apenas tiempo a reaccionar, el suelo se rompe bajo sus pies haciendola caer....

"No tiene sentido. ¿De verdad crees que ese tipo loco es quien dice ser?. Es Imposible. Pero si fuera verdad Umbrella estaría acabada..."

Un preocupado Birkin marcha junto a su compañero Wesker hasta llegar a un ascensor. Si el hombre misterioso supiera la verdad sobre lo que sucedió con Marcus, la compañía y su propio trabajo estaría en peligro. Sin embargo, Wesker no parece preocupado, ha decidido autodespedirse de Umbrella y además sacando beneficio de ello. Su plan es apropiarse de la última y más poderosa arma biológica que han desarrollado con el T-Virus. Lo único que queda es conseguir sus datos de combate, por lo que piensa atraer a su propia unidad de S.T.A.R.S. hasta el lugar donde se encuentra para que hagan de cobayas.
Birkin no comparte su plan ya que, aun habiendo terminado el desarrollo del T-Virus, todabía seguía experimentando con el G-Virus. Por ello, decide tomar medidas radicales y acabar con el hombre misterioso volando todo el centro de formación a través del mecanismo de autodestrucción que tiene instalado.


      

      


"No puedo...espera..."

Rebecca permanece agarrada a duras penas de un saliente. La caida es de varios metros y podría matarla. Con dificultad consigue coger el transmisor y avisa a Billy, el cual acude raudo a la planta inferior de donde cuelga para sujetarla justo cuando ya no podía más. En ese instante Enrico la llama y le pregunta si ha encontrado a Coen, pero ante los atónitos ojos de Billy, ella responde que no. Ha decidido confiar en la persona que le ha salvado la vida en dos ocasiones, pero aun necesita saber la verdad y le pregunta si es cierto que ha matado a 23 personas. Billy reconoce que le debe una explicación:

"Fue un día como este... Nuestra unidad tenía órdenes de dirigirse a Africa para intervenir en una guerra civil. Teníamos como misión atacar la base secreta de unos guerrilleros en plena selva. Pero estaba muy lejos de donde desembarcamos. Muchos hombres no soportaron las altas temperaturas, otros cayeron bajo manos enemigas... Al final sólo cuatro conseguimos sobrevivir, y todo para descubrir que no había base. Los encargados de la operación nos dieron la información equivocada. Pero no podíamos volver con las manos vacías... Nuestro superior nos ordenó arrasar un poblado. Inocentes."

Billy se calla, aunque su mente sigue la historia y fugazmente puede ver cómo se opuso y, ante tal negativa, sus compañeros le dejaron sin sentido para cumplir las órdenes. Después de eso, no sabe si fue por el calor o simplemente por la rabia acumulada a partir de este horrendo acto, pero las fuerzas le volvieron y, sin prestar atención al ensordecedor ruido de las armas automáticas, en un arrebato de locura se lanzó contra los tres asesinos...

Sólo ver la expresión de la cara de Billy hace que Rebecca vea con claridad la verdad y comprenda que él es inocente y que en realidad, los guardias que le escoltaban fueron asesinados por los mismos cerberus que habían acabado con la vida de Edward...


      

      


Tras esto deciden continuar, esta vez investigando por las nuevas zonas que se han hecho accesibles tras activar el generador, y descubren que ahora la via de escape podría venir encontrando tres tablillas de metal que reflejan los tres principios de la compañía y que se deben colocar en la base del telescopio situado en el observatorio. Así lo hacen y esto les da paso hasta una iglesia, morada de un enorme murciélago infectado con el T-Virus.

Cuando acaban con él descubren que la iglesia es la entrada a unas instalaciones subterráneas, un laboratorio secreto...

 

 
LAS INSTALACIONES SUBTERRÁNEAS


Buscando de nuevo una salida, descubren que la única forma es usando un mono rail colgante que da paso a otra zona. No les cuesta trabajo encontrar las piezas necesarias para su activación, pero cuando van a subirse aparece un Eliminator que hace caer por un precipicio a Billy. Rebecca, viendo que lo que pasa por debajo es un gran canal de agua, no se lo piensa dos veces y sube en el vagón con la esperanza de llegar al otro lado y encontrarlo a salvo.

Ha llegado a una especie de fábrica. Allí se encuentra con Enrico, que al igual que ella ha logrado escapar hasta este punto, y le informa que ha descubierto una mansión donde aparentemente se oculta un laboratorio de Umbrella. Le pide que le siga, pero Rebecca se niega aludiendo que tiene que encontrar a Billy. Enrico, que sigue pensando en él como un criminal, queda sorprendido por la actitud de su joven compañera, pero por algún motivo parece entender lo que sucede y la deja ir. Nunca más volvería a verlo...

Rebecca continua su camino hasta un accensor que parece comunicar con la única zona donde puede estar Billy. Pero su suerte no mejora, ya que una enorme y pálida criatura le ataca con fiereza. Como puede consigue tumbarla y sale corriendo hacia el elevador, que la conduce hasta una gran planta tratadora de residuos.


      

      


Desde allí puede ver que Billy aun vive. Permanece en el agua, sujeto a una roca, pero una extraña criatura acuática le golpea y cae por un desagüe. Sin perder tiempo Rebecca logra dar corriente a la planta y se dirige rápidamente al lugar por donde había caido su amigo. Esta vez la suerte le favorece, Billy está muy magullado pero vivo.
Cuando recobra el conocimiento se da cuenta que han llegado a parar a una especie de contenedor, donde decenas de esqueletos se acumulan por cada rincón. Debían ser los sujetos experimentales que usaba Marcus. Recuerdos de la masacre en aquella aldea de Africa vuelven a la mente de Billy... alguién debería parar esa locura...

De nuevo juntos prosiguen su camino ascendiendo niveles, hasta llegar a una gran superficie donde alguien a quien ya conocen les está esperando

 

 
LA CONFRONTACIÓN FINAL


"Bienvenidos, jovenzuelos. Me alegro de que os hayais unido a la fiesta. Sois los invitados de honor"

El misterioso hombre que ha estado tras sus pasos durante toda la aventura hace acto de presencia y, tras una sorprendente transformación, se da a conocer como el propio doctor Marcus. Rebecca y Billy se quedan perplejos ante esta revelación.

Hace diez años, Spencer, el fundador de la compañía había ordenado asesinarle. Birkin y Wesker, que por entonces trabajaban como científicos para Marcus, fueron los encargados de cumplir tal sentencia, consumando así una traición que les otorgaría los derechos de explotación sobre sus experimentos.


      


"Pero algo increible ocurrió. Dentro de la sanguijuela madre, el T-Virus tardó años en procrearme de nuevo. Estoy... vivo. Ahora podré vengarme de Umbrella y el mundo se volverá un infierno..."

Sin embargo, algo falla, las sanguijuelas toman control de él y, en pleno momento de euforia empieza a vomitar y su piel se agrieta, transformándose en un ser monstruoso que ataca con fiereza a Rebecca y Billy. Es la Reina de las Sanguijuelas. Pero ambos responden soltando toda la artillería de que disponen y logran tumbarla, momento que aprovechan para escapar hacia el helipuerto, única salida de ese infierno.


      


Mientras suben por un elevador hasta el hangar se dan cuenta que la reina ha mutado y les sigue a toda velocidad. Además, por si fuera poco, Birkin acaba de activar el mecanismo de autodestrucción dejando menos de 5 minutos para que todo vuele por los aires.

Ahora ni los disparos pueden detenerle y el tiempo avanza sin pausa. Sólo algo parece poder causar efecto... la luz. Cuando entra en contacto con la criatura ésta reacciona con dolor. De modo que mientras Billy se encarga de entretenerla, Rebecca abre los cierres de seguridad de las ventanas. Aun así, aunque parece que se está debilitando por el efecto de los rayos solares, las bestia sigue revolviéndose y no tardará en recuperar fuerzas. Es entonces cuando Rebecca encuentra un revolver tirado en el suelo que lanza velozmente a Billy para que con un certero disparo le de el toque de gracia.


      


Por fin todo ha terminado, pero no queda tiempo para celebraciones. El sistema de autodestrucción ha comenzado y en apenas unos segundos estalla el centro de formación en mil pedazos...

 

 
EPÍLOGO


En una colina, cerca de lo que ahora son los restos en llamas del centro, mientras Billy se quita por fin las esposas y se echa extenuado en el suelo, Rebecca observa a lo lejos la mansión de la que había hablado Enrico.

Para ella aun no había terminado la aventura, aunque le quedaba una cosa por hacer. Se acerca a Billy y le arranca la placa identificativa de su cuello.

"Supongo que ha llegado el momento de despedirse. El teniente Billy Coen está oficialmente muerto..."

Intentando evitar mostrar tristeza se planta frente a su amigo y le hace un saludo militar, al que éste responde de igual forma. Sin quitar la mirada aparta la mano y agacha la cabeza para inmediatamente después volverse y emprender camino hacia su nuevo destino. Billy, que nunca olvidará este gesto por su parte, aun sabiendo que no puede oirle, pronuncia dos palabras en voz baja... "Gracias, Rebecca..."


      

      

 
 
   
 
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